
De acuerdo con el presidente peruano Alan García, el Tratado resultaba muy importante para su país y se mostró satisfecho por la gran acogida que había tenido en el empresariado coreano. Además, confió en que el Tratado impulsaría nuevos proyectos para invertir en Perú, lo cual repercutiría en la generación de más empleo y relanzamiento de las dos economías, aseguró García. Entre estos proyectos para invertir en Perú el mandatario citó algunos en centrales hidroeléctricas, termales, puertos y aeropuertos.
Los expertos coincidieron en señalar que el Tratado consolidaría a Corea del Sur como el tercer mercado más importante en Asia para Perú. Esta nación exportó bienes al país asiático por valor de 749 millones de dólares en 2009. De acuerdo con datos oficiales, la cifra representó un incremento anual del 36%. El comercio bilateral llegó a mil 560 millones de dólares en 2009, mientras las ventas surcoreanas fueron estimadas en 641 millones de dólares.
El Tratado de liberalización comercial abarca campos tan amplios como los bienes comerciales y servicios, finanzas, normas fitosanitarias y medioambientales. Mediante el acuerdo quedarían eliminadas todas las barreras arancelarias en un plazo de diez años y para Corea del Sur representó su segundo acuerdo comercial con un país de América Latina, después del firmado, en 2008, con Chile.
Los intereses coreanos para invertir en Perú parecen estar muy bien definidos, explicaron los analistas económicos, pues los asiáticos consideran esencial invertir en Perú en recursos mineros, petroleros, pesqueros y agrícolas, mientras que la nación sudamericana facilitaría el acceso a los automóviles, electrodomésticos, tecnología e inversión procedente de la nación asiática.
Una de las empresas coreanas que apostó por invertir en Perú fue SK Energy. Sobre ella García opinó que esperaban más planes para invertir en Perú y así lograr un aumento de la producción de polietileno, a través del etanol.
Invertir en Perú ha sido la idea central de la gira del mandatario García por Asia, pues además del Tratado con Corea del Sur, también cerró las negociaciones para un acuerdo de asociación económica con Japón. Durante sus 4 años de mandato, García se ha dedicado a promover por diversas partes del mundo las posibilidades de invertir en Perú y para incentivar a las empresas foráneas ha apoyado la creación de una legislación favorable a la inversión, con más garantías jurídicas para el capital extranjero.